viernes, 11 de julio de 2008

Policía

Su presencia serena y bondadosa
desplegada incesante noche y día,
está presta a brindar con hidalguía
la respuesta certera y generosa.

Su destino, heroico y trascendente,
tiene esencia de lauros onerosos;
no armoniza con actos temerosos,
el triunfo es su meta solamente.

No lo amengua la turba subvertida,
si es preciso responde con su vida.
La estrella del deber brilla en su frente.

Por su estirpe de proverbial grandeza;
por su entrega hasta el fin, por su nobleza,
a su paso me inclino reverente.