Con la hueste heroica de Belgrano
se alistó voluntario el pequeñuelo,
divulgando allende de su suelo
el ideario de Mayo soberano.
Soportando el fragor de la batalla
con redobles furiosos alentaba,
el amor a la patria lo inspiraba
sin temor al crujir de la metralla.
Los Patricios marchando con prestancia,
percutiendo el tambor con elegancia
interpretan del niño su legado.
Por su entrega sin par, por su coraje,
es nombrado en tácito homenaje,
paradigma precoz iluminado.
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